Tarta Tatín

Después de hacer un mes de cocinera en mi casa he llegado a varias conclusiones:

    1) No se me da tan mal como yo pensaba;

    2) Es más difícil de lo que parece.

En un mes te da tiempo a hacer varias recetas, pero sobre todo te da tiempo a reflexionar. 

Estamos acostumbrados a pensar que son las mujeres las que tienen que encargarse de hacer la cocina, limpiar o todo lo que tenga que ver con el hogar. En casa de mis abuelos mi abuela siempre ha sido la que cocinaba, mi abuelo siempre al lado cada vez que cocinaba, pero nunca se ha puesto a cocinar nada, no creo que sepa hacerse ni un huevo frito. ¿Para qué si mi abuela ya cocinaba? 

Gracias a Dios los tiempos han cambiado, ahora podemos ver que tanto hombres como mujeres cocinan en casa. En mi casa es mi padre es el que cocina, aunque al principio él no sabía. A diferencia de mi abuelo él fue aprendiendo y ahora es él el encargado de esta tarea, principalmente porque él cocina mejor que mi madre. Pero mi madre hace los mejores postres así que para honrar a todas las madres cocineras este mes decidí hacer una tarta que mi madre hace muy bien. Se llama Tarta Tatín.

La receta consiste en poner en un molde caramelo y encima de este trozos de manzana bien cortados y alineados, antes de recubrir todo con una masa de hojaldre. Parece muy fácil pero no lo es tanto. 

Primero de todo hay que cortar y pelar las manzanas. Cuando me dijo mi madre que tenía que hacer eso con diez manzanas pensé que lo mejor era dejar esta receta y optar por algo más sencillo. Pero no podía rendirme con mi primer reto de cocina. Así que empecé con el asunto, que era más bien peliagudo. ¡Pero lo conseguí! 

No tengo ningún mérito porque la verdad es que lo único que hice fue seguir las instrucciones de mi madre, lo cual era más fácil que intentar descifrar lo que pone en las recetas. Aunque es verdad que en el momento en que mi madre me dejó sola la fastidié, ya que se me cayó buena parte del frasco de canela en la tarta. Así que en realidad preparé una tarta de canela con un poco de manzana... Pero realmente no estaba mala. 

De esta experiencia he aprendido que tengo que ser más paciente, menos chapuzas y, sobre todo, que me queda mucho por aprender... A pesar de todo tengo muchas ganas de seguir con este reto. ¡Os seguiré informando!