Debates

A principios de mes nuestro profesor de lengua vino a clase para hacernos una proposición algo peliaguda. Se me propuso participar en los debates en español del colegio. Ya había participado anteriormente en debates, pero estos eran en francés y por esto eran más fáciles. Ya que la dinámica era distinta y los temas para debatir más sencillos.

Mi primer pensamiento fue no presentarme ya que yo soy una persona muy tímida y a mi este tipo de cosas no me gustan nada. Además, el tema no era precisamente sencillo o fácil de investigar. La pregunta era: ¿Hay que restringir la libertad para conseguir la igualdad?

Yo pensaba que me habría librado, pero como habréis deducido no fue así. Resulta que era una actividad obligatoria para toda la clase y tuve que presentarme.

Para los debates es necesario prepararse las dos tipos de posturas ya que no sabes hasta que estás ahí si tendrás que defender a favor o en contra. Yo tenía que hacer la introducción y la conclusión. Puede que sean las partes más largas del debate, pero también eran las más seguras de todas ya que en estos casos yo no tendría que improvisar tanto como puedes tener que hacer cuando argumentas. Y por eso las escogí. 

Pero para mí lo más complicado no es argumentar sino los nervios. Y aunque parezca increíble cuando más nervios tengo es antes de debatir. Es decir, yo cuando debatía no estaba pensando más que en mi introducción y no me daba para estar nerviosa. Aunque siempre estás un poco insegura y las manos te pueden temblar.

Pero yo cuando peor lo pasaba es cuando estaba preparando los debates o tenia que concienciarme de que próximamente debatiría delante de mucha gente. Finalmente, todo acabo y por suerte no llegamos a ganar así que después de tres debates donde no mucha gente nos fue a mirar, todo acabo.

Mirando ahora atrás me doy cuenta de que, a pesar de pasarlo muy mal, debatir es una actividad que te enriquece mucho. Ya que gracias a los debates te das cuenta de que de un tema puede haber puntos de vista muy contrarios, pero no por esto uno tiene porque ser erróneo. Además, soy consciente de que gracias a este tipo de actividades aprendo mucho sobre cómo controlar los nervios o hablar en público y esto es algo muy importante que me ayudara en mi futuro.