Jardín


Mi reputación como jardinera no es muy buena, y, aun así, cuando nuestros compañeros de clase nos pidieron ayuda para construir su jardín efímero en la Ciudadela no dudé en echarles una mano.

Para su proyecto de CAS, Sandra, Jaime, Mateo y Juan Antonio decidieron presentarse a un concurso de jardines en torno al tema del medio ambiente. Poco después diseñaron uno al que nosotros daríamos vida meses más tarde.

Un jueves por la mañana, mi clase y yo fuimos a la Ciudadela para empezar a construir el proyecto. Al llegar nos encontramos con una gran parcela de hierba sin cortar, mucho material y lo que a mí me parecía, poco tiempo. Pero enseguida nos pusimos mano a la obra y gracias a los jardineros conseguimos acabar el jardín antes de la una y media de la tarde. 




A pesar de que nosotros no pudiéramos utilizar ningún cortacésped o parecido, ayudamos mucho en la transformación de la hierba en un helado con forma del mundo que se derrite produciendo un gran volumen de plástico. Este proyecto era muy colaborativo y era necesaria la ayuda de todos para conseguirlo, pero a pesar de ser mucho trabajo me encantó el proceso y el resultado.


Sorprendentemente para mí me lo pasé muy bien transportando el compost, no por el trabajo en sí, sino más bien por la compañía y el buen rollo que había entre todos (seguramente debido a que nos estábamos perdiendo un día de clase J).

Creo que todos pasamos un muy buen día con muchas risas, pero también aportamos nuestro trabajo y constancia. Lo cual hizo que acabáramos pronto pero que al mismo tiempo con un buen resultado. Estoy muy contenta con el resultado, casi como si yo lo hubiera diseñado. 




Comentarios

Entradas populares